Por: L. Eduardo Domínguez, Ladyrene Pérez, Oscar Figueredo Reinaldo
(Cubadebate)
El sanatorio de animales afectivos
José Luis Callejas, más conocido como la
Clínica veterinaria de Carlos III,
en Plaza de la Revolución, durante los últimos dos años ha sido víctima
de múltiples críticas debido a las malas condiciones con que trabajan
los galenos de esa institución, la falta de medicamentos y el deterioro
de las instalaciones del lugar.
Pío Álvarez Fonseca, médico veterinario de la Clínica de Carlos III y
trabajador del cuerpo de guardia, recuerda que se han publicado más de
5 artículos
en el último año, donde se aborda el problema, además de ser centro de
debate en las reuniones de la institución y del Partido. Sin embargo,
“la voz de nosotros no se oye”.
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Pío Álvarez Fonseca, veterin ario de ese centro. |
“En
Granma, en la
sección de Cartas a la Dirección, ya han salido dos escritos de personas quejándose por las carencias que tenemos.
En Bohemia también, no hace ni dos meses Lázaro Barredo, como cliente nuestro que es, hizo un reportaje sobre lo que sucede aquí. Y en
Juventud Rebelde han publicado incluso artículos a dos páginas”, comentó Pío.
En la mayoría de estos trabajos se ha hablado de todas las
dificultades que presenta la Clínica de Carlos III, y no aparecen las
soluciones, al menos, no en los que no se haga notar un cambio, por
mínimo que sea.
En noviembre del año pasado, se dio a conocer
en diversos
medios de prensa un proyecto que incluía la reparación de clínicas
veterinarias y más de 260 consultorios en todo el país.
Incluso, el Director del Instituto Provincial de Medicina Veterinaria,
Emerio Santos, habló de un estudio para evaluar todos los problemas que
presenta, en específico, la clínica Juan Carlos Flores Monjes, “para que
dentro del presupuesto de 2014 se contemple los arreglos que ese centro
necesita”.
Sin embargo para Hander Silva Socarrás, almacenero del establecimiento, la realidad contrasta notablemente con lo planificado.
“Actualmente el local que servía para salón de intervenciones
quirúrgicas está cerrado por tupición. El baño, el único disponible para
los trabajadores, se encuentra clausurado. Muchos de estos locales
llevan más de dos meses inhabilitados por el problema de las tuberías y
por esta causa hemos dejado de atender algunos casos que han llegado a
la consulta”.
Otro local que hoy tampoco se emplea es la llamada “Frontera”, sitio donde se tramita la salida de los animales al exterior.
Según el director de la clínica David Leal todos
los proyectos de reparación estaban aprobados desde octubre de 2013.
No obstante, reconoció no tener conocimiento de por qué antes no se
había puesto en marcha este plan ya que solo llevaba poco más de un mes a
cargo del sanatorio.
“La construcción como ustedes pueden ver ya tiene 107 años y aunque
se le han hecho reparaciones, digamos, paliativas, en diferentes
momentos no ha sido suficiente. Esperamos que con el apoyo pactado hace
unos días con el Ministerio de la Agricultura se pueda revertir esta
situación”, añadió.
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Director de la Clínica. |
La entidad encargada de hacer los trabajos de mantenimiento será la
Empresa Pecuaria Bacuranao, única organización con ese objeto social en
la capital.
Se prevé además, que para la fecha de salida de este reportaje ya hayan comenzado los trabajos en las consultas. Entre tanto, la parte del médico de guardia y el salón, que necesitan reparación general, se ejecutarán más adelante.
“En cuanto a los problemas de construcción el Ministerio dividió esta
reconstrucción en tres etapas, ya que la red eléctrica, hidráulica y la
cubierta están en muy mal estado, a partir de un estudio de
factibilidad que ya se hizo. El presupuesto está aprobado”, sentenció
Leal.
Otro tema que preocupa a los trabajadores de la clínica capitalina es la
poca higiene con la que se labora cada día, exponiéndolos a elementos patógenos perjudiciales para ellos y su familia.
La carencia de guantes, gasas, algodón, esparadrapo entre muchos
otros implementos, son un factor de riesgo para la transmisión de
enfermedades.
“Tengo una compañera que contrajo parásitos que están presentes en
los perros, pero yo realmente no te puedo decir si los cogió aquí o no.
Otra compañera que trabaja conmigo hace años tuvo lectospira, ¿es de
aquí o no? tampoco te puedo decir, pero lo más probable es que sea de
aquí”. Expuso Álvarez Fonseca, trabajador del lugar.
“Tales condiciones exigen un debido plan de vacunación, el cual se
cumplió el año pasado con la inmunización contra la lectospira y la
rabia. Mas, enfermedades como esas llevan un ciclo de vacunación cada
cinco años y aquí no lo habían aplicado hace bastante tiempo”, reconoce
el personal de Carlos III.
Recetas multipropósitos
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No tenemos ni esto, ni aquello ni lo otro... pobres mñedicos, pero pero!! pobres mascotas. |
Si bien la capital cuenta con varios centros asistenciales
distribuidos en todos los municipios en los cuales se presta atención
primaria a los animales, no existe todavía un establecimiento o farmacia
especializada que distribuya los medicamentos necesarios para la cura.
Este escenario obliga a atender a las mascotas en dichas clínicas,
muchas de las cuales carecen de los suficientes medios y medicamentos
necesarios para esa labor.
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En la foto se ve bastante bien, la realidad es mucho peor, es la que nose ve. |
“Las recetas de nosotros no sirven en ningún lugar, porque en las
farmacias para los humanos no las aceptan. En el único lugar donde tú
puedes comprar algo, y no son todos los medicamentos, son algunas
tiendas en divisa que venden enseres para animales, pero son
medicamentos muy específicos” acotó Pio.
Sobre este mismo tópico comentó el director de la clínica de Carlos III, quien reconoce que aunque los laboratorios de
LABIOFAM
garantizan antibióticos, algunos tipos de antiparasitarios,
antihistamínicos, y otros fármacos, esta empresa no los hace todos y el
resto deben de ser importados.
El déficit de medicamentos fuerza a que muchas personas tengan que
adquirirlos en las tiendas de divisas a precios poco asequibles a la
población y en el peor de los casos a sumergirse en un mercado
subterráneo donde el menos favorecido es el cliente.
“Estamos hablando de medicamentos que
pueden costar fácilmente 20 cuc
en las tiendas. Entonces yo no le puedo decir a la viejita que me trae
su perro enfermo que coja su retiro para compararle medicinas y la
opción es que lo traten con medicamentos humanos.”
Entre tanto Martha, quien sostenía entre sus brazos a su perro sato
admite que tuvo que llevar a la mascota a un particular, pues la clínica
carecía hace más de una semana de anestesia.
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A la espera de lo que pueda hacer por él el buen doctor... que es únicamente mucha dedicación sin recursos. |
A pesar de todas las dificultades señaladas en esta investigación, no
es menos cierto el reconocimiento de la población por el trabajo que
allí se realiza, prestigio que permite que el centro sea de referencia
obligada para todo capitalino.
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Mucho amor pero pocos recursos. |
“Soy clienta habitual de esta clínica. Al año vengo cinco o seis
veces porque tengo dos perritos que atender. Los médicos de la sección
de la tarde, al menos, son bastantes atentos, y aunque nunca he
solicitado una revisión especializada las consultas en medicina y
enfermería son bastante buenas”, dijo Laura González, joven
universitaria.
Para el director del centro, el prestigio que tiene esta clínica se
debe grandemente al factor humano y al tiempo que llevan la mayoría de
los doctores acá. También al nivel de conocimiento y la destreza.
“Puedes no tener a veces las herramientas con qué trabajar, pero si posees los conocimientos puedes sacar las cosas adelante”.
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Sin palabras, la imagen lo dice todo. |
Los hechos acaecidos en este lugar demuestran que no bastan solo la voluntad y el compromiso para lograr los objetivos;
las palabras deberán revertirse en acciones concretas si se quiere que el amor por los animales dé el fruto preciado de la buena salud.
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Este bello perrito seguro se pregunta hasta cuándo seguirán olvidados así los más fieles?? |