Amo a los animales. Absolutamente a todos, sin excepciones. Pienso que los salvajes tienen derecho a su hábitat, a que los respeten y no los asesinen para lucrar o por deporte. Tienen el derecho a que el ser "humano" no extinga más especies.
Me encantan los domésticos como el gato; también los caballos. Pero, en especial, adoro a los perros, considero que son los más fieles e incondicionales amigos. Cuando los tenemos forman parte de nuestra familia. No existe persona alguna que muestre tanta alegría y bienvenida cuando llegamos agotados del trabajo. Su cariño es para siempre y sea lo que sea que hagamos, jamás nos traicionarían.
Por eso no entiendo la crueldad de los llamados "seres humanos". Los maltratan, abandonan y lucran con su sangre y dolor en las peleas de perros... los dejan amarrados bajo un sol abrasador sin agua... Los de la calle, donde muchos a duras penas sobreviven, con las costillas tan a flor de piel que se cuentan con facilidad, dan dolor en el corazón al cruzar a su lado y ver esa mirada angustiante que parece pedir auxilio.
Pero el egoísmo y la negligencia sumados a la comodidad y falta de amor, priman en este, nuestro mundo.
Cuba, país tan solidario para la mayoría de las causas del mundo, no ha aprobado la Ley de Protección a los animales.
Desde hace ya mucho rueda de mesa en mesa, en no sé qué lugares, ministerios, entidades... sin aprobación final.
Las clínicas veterinarias pertenecen al Ministerio de la Agricultura, algo en verdad increíble, porque los perros y gatos no son vacas ni conejos.
Los recursos en dichos centros médicos son tan escasos que carecen de recursos mínimos, como guantes, equipos para análisis de sangre, ni hablar de Rayos X o transfusiones de sangre. El colmo es que los veterinarios no pueden dar recetas. Usted lleva a su perro o gato, el médico hace lo que puede en ese momento y, tal vez, solo tal vez, por los escasos recursos lo diagnostican, le escribe en un papel los medicamentos, y busque usted después un médico que acepte escribir las recetas para la medicina necesaria para su mascota. O, gaste mucho, pero mucho dinero, en el mercado negro de esta ciudad.
Zoonosis, único lugar dedicado a recoger perros callejeros, no es un asilo para esos desdichados donde sean atendidos, curados, y los mantengan hasta ser adoptados. Por el contrario, es un lugar de desesperación, en el cual los más grandes no permiten comer o tomar agua a los pequeños, los bebederos están tan altos que no los alcanzan, en fin, una tortura esperando la condena a muerte que se cumple en solo 72 horas y comenzada en el mismo instante en que la indolencia, por no llamarlo de otra manera del trabajador, de dicho siniestro sitio, lo agarró por una pata trasera y lo lanzó sin piedad alguna en el camión.
No existen lugares de acogida donde se mantenga al mejor amigo por tiempo indefinido. Es duro pero real.
Repasemos con rapidez la situación de los caballos en esta Habana nuestra
Dedicados a transportar personas, recorren durante el día entero largas distancias una y otra vez, sin descansos, sin beber agua, con la total indiferencia de sus dueños y el azote a látigo vivo si decaen en su marcha.
. Solo les interesa cobrar, y cuantos más viajes más dinero.
En fin los animales continúan totalmente desprotegidos, a merced de la maldad, del lucro, y, simplemente, salvo algunas voces alzadas en su favor, pero muy poco escuchadas, no se aprueba de una buena vez una ley a su favor en el país considerado más humano y solidario. Verguenza e indignación. Solo eso siento.
El proyecto de Ley de Protección Animal está desde hace años tratándose de abrir camino sin mucho interés por determinadas instituciones que deben velar por su aprobación. Esa Ley una vez aprobada, brinda una imagen de cultura en el país, ayuda al saneamiento de las ciudades con medidas en adopción, es decir, disminuiría groso modo la inversión que el Estado tiene que disponer para la recogida y sacrificio de esos inocente animales en las vías públicas expuestos al peligro de ser atropellados y en muchos casos muertos por vehículos. O sea, ya es tiempo que los organismos y el Parlamento tomen conciencia de esa Ley. En la mayoría de los países las clínicas veterinarias pertenecen al sector de Salud Pública y en otras a la Agricultura...
ResponderEliminarRoly, aquí sabemos que pertenecen a la Agricultura, pero a ese Ministerio, al parecer poco le importan lo que n osean puercos, conejos, aves, ganado... las clínicas no tienen nada, a veces ni guantes. ni equipo alguno. En la calle los animales enfermos y maltratados, y Zoonosis serái mejor que n iexistiera, es una condena a muerte y cruel desde el inicio en que los recogen. Esa ley sé que está por aprobar hace rato por no decir años, y qué pasa que no la aprueban? En este el país más solidario y humano? Parte el alma eso. País que no cuida a sus animales, habla muy mal de su condición. Gracias Roly por comentar.
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