Sabemos que es desagradable cuando los pies nos sudan mucho y el calzado cerrado coge un olor desagradable y fuerte, al igual que los propios pies. Pero, para todo hay remedio, prueba estos:
Coge hojas (secas) de salvia, menta y ortiga, una cucharada
de cada una. Se elabora una solución con 2 litros de agua hirviendo. Déjala
refrescar y cuando esté tibia, mete los pies durante al menos 15 minutos. Otra
alternativa para ayudar a eliminar
el olor y la sudoración es utilizar la cascara de limón durante el
lavado. También puedes meterlos en agua tibia con sal.
Después, aprovecha y dales un buen masaje con alguna crema hidratante.
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