La yuca, mandioca o casava es una planta nativa
del Noreste de Brasil, que fue diseminada por el resto de Latinoamérica,
África, Asia y Las Indias, incluyendo Filipinas y Taiwán, por españoles y
portugueses. Es probable que lleve cultivándose más de 4 000 años, y aún hoy
continúa siendo la base de la alimentación de más de 800 millones de personas;
de hecho, se trata del cuarto cultivo más importante en los países en vías de
desarrollo y el séptimo de todo el mundo.
Las siguientes referencias como al cultivo de yuca provienen
de la cultura maya, hace 1400 años en Joya de Cerén (El Salvador).
Investigaciones tienden a demostrar que el complemento alimentario de los
mayas, el que les permitió sostener poblaciones muy numerosas, sobre todo
durante el período clásico, y muy particularmente en la región sur de Mesoamérica en
donde se concentraron importantes multitudes (Tikal, Copán, Calakmul),
fue la mandioca, también llamada yuca, una raíz con alto contenido calórico del
que se prepara una harina muy nutritiva, en forma de torta redonda, llamada
"casabe", que hasta la fecha es parte importante de la dieta en las
diversas poblaciones que viven en la región maya y también en la cuenca
del mar Caribe, en especial en la República Dominicana, Venezuela y Cuba.
Se trata de un arbusto que puede alcanzar los tres metros de
altitud, con raíz alargada (puede llegar hasta un metro de largo), la cual
posee una cáscara externa leñosa y no comestible que protege de la oxidación un
interior blanco o amarillento, según la variedad.
El interés que tiene la yuca en la alimentación de
un importante sector de la población mundial se debe a que es un tipo de
cultivo con una elevada producción de calorías por unidad de área de tierra y
tiempo. Eso, unido a su resistencia al estrés ambiental, la convierten en
el primer recurso alimenticio de muchos países en vía de desarrollo.
Asimismo, si bien aporta algunas vitaminas y minerales como
la vitamina C, calcio vitaminas del complejo B y potasio, su riqueza en
micronutrientes es escasa y más aún en el tubérculo en sí, pues sus
hojas tienen una riqueza mucho mayor en proteínas (semejante o mayor a la soja)
y otros buenos nutrientes para el organismo.
Posee también un mínimo contenido en fibra y
es fuente de polifenoles y taninos con efectos beneficiosos en
el organismo, sobre todo por su acción antioxidante. Fuente de almidón
resistente que beneficia el tránsito intestinal, brinda
saciedad, mejora condiciones metabólicas y representa una ayuda
para perder peso, no es un alimento de alta densidad nutricional, sino que si
queremos consumirlo debería ser en el marco de una alimentación variada que
garantice vitaminas y minerales, así como proteínas de calidad que este
tubérculo no tiene.
La yuca en Cuba acompaña a platos típicos como el lechón
asado, el arroz congrí y la ensalada. Siempre está presente en los festejos de
fin de año, en su principal receta.
Yuca con mojo: Pelar y picar las yucas. Hervirlas en una
olla con suficiente agua y sal, hasta que estén blanditas. Para hacer el
mojo: Pelar y cortar las ruedas de cebolla. Machacar los ajos y exprimir los
limones. Colocar aceite en un caldero y, cuando esté bien caliente, se le
agregan las cebollas, el ajo y la sal. Se deja cocinar por 10 minutos y se
apaga. Al servir, agregar el jugo de limón y el perejil picadito. Se escurre la
yuca caliente y se le coloca el preparado caliente encima.
Buñuelos de yuca: Dos libra de yuca, un huevo, una
cucharadita de sal, una cucharadita de anís, canela, cáscara de limón o de
naranja rallada, ½ taza de harina de trigo, aceite para freír. Modo de
preparación
Pele la yuca y cocínela en agua hirviendo hasta que se ablande. Antes de que se enfríe quítele la hebra del centro y muela la yuca o redúzcala a puré. Añádale el huevo batido, sal, anís o canela, o la cáscara de limón o naranja rallada, según el gusto. Amásela con la harina hasta que no se le pegue en los dedos. Déle formas de 8 y fríalos en la grasa caliente hasta que estén doraditos.
Pele la yuca y cocínela en agua hirviendo hasta que se ablande. Antes de que se enfríe quítele la hebra del centro y muela la yuca o redúzcala a puré. Añádale el huevo batido, sal, anís o canela, o la cáscara de limón o naranja rallada, según el gusto. Amásela con la harina hasta que no se le pegue en los dedos. Déle formas de 8 y fríalos en la grasa caliente hasta que estén doraditos.
Yuca con mojo. |
Buñuelos de yuca. |
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