En árabe laimún, originario de Asia, sí es una
fruta, comestible y de sabor ácido y muy fragante utilizada principalmente en
la alimentación. Nerón, el famoso emperador de Roma, tomaba grandes cantidades
de jugo de limón para contrarrestar los posibles atentados contra su vida por
envenenamiento. En el siglo XVIII, antes de descubrirse específicamente el
poder de la vitamina C, la flota inglesa en sus travesías viajaba con un
cargamento de limones con el fin de evitarles a los marineros la enfermedad del
escorbuto, producida por carencia casi total de vitamina C.
BENEFICIOS:
Ejerce una acción beneficiosa sobre el sistema
cardiovascular de manera preventiva y en casos de arteriosclerosis. El ácido
cítrico ayuda a oxidar y eliminar las grasas que obstaculizan el trabajo del
corazón y son un gran disolvente de las sustancias tóxicas del plasma
sanguíneo. Los limones controlan la presión alta por su gran contenido de
potasio.
Debido a su cantidad de vitamina C, favorece la absorción de
hierro y calcio, y por eso comer limones ayuda a prevenir enfermedades como la
osteoporosis o la anemia por deficiencia de este mineral. Estimula las
secreciones biliares y ayuda a metabolizar las grasas. El limón refuerza la
función antitóxica y protectora del hígado.
Por sus propiedades refrescantes y antisépticas alivia
ciertas afecciones de las vías respiratorias, así como algunas inflamaciones de
la garganta, afonía y amigdalitis. Su poderosa acción antibacteriana y
antiviral está indicada en úlceras de boca y gingivitis.
Beber su jugo de forma regular puede ayudar a las personas
que padecen problemas reumáticos, pues disuelve las toxinas y los cristales de
quienes padecen de gota. Pero, el jugo no es la única parte medicinal del
limón. Por peso unitario, las cáscaras de los cítricos contienen cantidades
considerablemente mayores de medicamentos fitoquímicos en relación a los
encontrados en el jugo; contiene mayores concentraciones de ácido cítrico y
compuestos contra el cáncer en relación a las halladas en el resto de la fruta.
Se utiliza para elaborar postres tales como el arroz con
leche, empleando su cáscara para aromatizar o en bebidas naturales como la
limonada. Las rodajas se usan como adorno para bebidas. Por la acidez de su
jugo, se puede usar para potabilizar agua, agregando 4 o 5 gotas por cada vaso
de agua, y dejándolo actuar unos cuantos minutos.
Una receta diferente,
Papas asadas al limón: 3 papas medianas, aceite vegetal, preferentemente
de canola o de oliva virgen extra, jugo de medio limón, pizca de sal, opcional,
pimienta al gusto, perejil picado al gusto, pimentón dulce al gusto.
Preparación: Se cortan las papas en lascas de 1
centímetro de grosor, en una bandeja de horno untarla con un poco de aceite y
extenderlo bien por toda la superficie para evitar que se peguen las papas, salpimentamos
las papas y colocarlas en la bandeja rociadas con el zumo de limón, hornear a
200ºC durante unos 30 minutos, antes de servirlas se le añaden el perejil, la
pimienta, el pimentón y un chorrito de limón. Son papas con un toque especial.
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