Clara Luz Domínguez Amorín
Después de la jornada ardua de
trabajo en la mañana y, tras almorzar, sentimos sueño, nuestra labor baja en
calidad y la lentitud nos acecha.
La llamada siesta, tan tradicional
en los españoles y que hemos heredado los cubanos, aunque en la vida agitada de
la modernidad se ha abandonado, es imprescindible.
Según un estudio de la Universidad
de California, dormir o, sencillamente, descansar, durante 60 minutos (una hora),
en el horario posterior al mediodía ayuda a activar el cerebro, y “cargar
pilas” y posibilita trabajar con energías para 10 horas más. Hay fases de mayor
cansancio en el organismo y una es, precisamente de 1:00 a 3:00 de la tarde.
La NASA afirma, basada en una investigación,
que: una siesta de 26 minutos (ni uno más ni uno menos) es capaz de aumentar
hasta un 35% el rendimiento y un 55% el nivel de alerta al despertar.
Albert Einstein, Thomas Edison, Benjamín
Franklin, Leonardo Da Vinci, Napoleón y Winston Churchill, quienes fueron
mentes brillantes, dormían la siesta a diario. Y si hablamos de genios,
Salvador Dalí “siesteaba” como un “potenciador” de su trabajo. Sus obras más
importantes fueron hechas luego de despertar del reposo de la tarde, en un sillón
frente a un lienzo.
Si no logra dormir, continúe
recostado, pues el solo hecho de cerrar los ojos y permanecer cómodamente es
eficaz.
La mayoría de los mamíferos dormitan
durante cortos periodos durante el día, pero, las personas, en la carrera diaria,
han dejado de hacerlo para perjuicio de la salud. Entonces, en la tarde y noche
estamos agotados, irascibles, nos cuesta enfocarnos y prestar la atención
debida.
“Investigaciones en las
Universidades de Harvard y Nueva York comprobaron que ese “sueñito” corto en la
tarde sirve para “reiniciar” el cerebro, mejorando de manera considerable la
memoria y el aprendizaje, así como el humor”. Por ello las naciones más
productivas del mundo la han adoptado y creado condiciones para sus empleados.
¿Cuántos
minutos duermes?
1-Si tomas una siesta de 10 a 20
minutos elevarás tus niveles de energía y estarás más alerta, ya
que no llegarás a un sueño profundo. Es más fácil que te despiertes sin
sentirte somnoliento.
2-Si tomas una siesta de 30 minutos, al
despertar te sentirás con una sensación de embotamiento, parecida a la de la
resaca. Estos efectos duran sólo media hora más, antes de que empieces a
experimentar el descanso.
3-Si tomas una siesta de 60 minutos mejorarás
la memoria y procesarás más cantidad de información, ya que implica un sueño
profundo. Al despertar necesitarás más tiempo para despabilarte y volver a tus
actividades. No obstante, no deben durar más de una hora. El resultado sería
contrario al deseado.
Fuente: Mejor con Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios son con democracia, cualquiera que visite el blog puede comentar, serán respetados los criterios y no se borrarán, solo no se admitirán palabras groseras y ofensivas.