Asegúrate de quitar todo el maquillaje de tu cara antes de irte a dormir para que tu cara
pueda respirar mientras descansas. Enfría las máscaras para el rostro antes de usarlas durante 15 minutos.
Tu cara se sentirá refrescada al instante.
Limpia e hidrata tu
piel dos veces al día, por la mañana y por la noche. Recuerda utilizar
productos para la piel adecuados para tu tipo de piel. Las pieles grasas deben humectarse con productos sin aceites y
específicamente diseñados para las mismas. Toma el jugo de una papa (puedes hacerlo rayándola) y aplícalo a tu
piel. Espera 30 minutos y luego retíralo. Verás cómo tu piel está más brillante y reluciente que nunca.
Para una máscara antiarrugas: Mezcla harina de avena con
agua tibia y aplícala directamente en tu rostro. Retírala luego de 20 minutos. Esta máscara ayudará a remover arrugas estirando tu piel y a su
vez generará un efecto calmante en la misma.
Siempre aplica una loción para el cuerpo luego de bañarte. De esta manera podrás
mantener tu piel humectada.
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