jueves, 17 de mayo de 2018

Museo Napoleónico de La Habana. Apuntes


Se encuentra ubicado en la calle San Miguel No. 1159 esq. a Ronda, Plaza de la Revolución. Es una institución especializada en arte imperio, catalogada como una de las cinco más importantes del mundo y única de su tipo en Cuba. Ubicada en una mansión construida en la década del 20 del siglo XX, atesora más de 7 400 piezas pertenecientes a Napoleón Bonaparte o relacionadas con su contexto histórico, que incluyen pinturas, grabados, esculturas, muebles de estilo, trajes, equipo militar y armamento, artes decorativas, objetos históricos y una extraordinaria colección de libros raros y valiosos en idioma francés, inglés y español.
Sus valiosos fondos constituyen la más extensa y variada colección de piezas de la época napoleónica. También incluyen objetos personales que pertenecieron al emperador o relacionados con su vida, los que abarcan distintos períodos del Imperio Napoleónico, como el reinado de los Borbones, la Revolución Francesa, el ascenso de Bonaparte al poder, el Consulado y el Imperio, el momento de las principales batallas, el regreso de la isla de Elba y la batalla de Waterloo.
Un poco de Historia
El Museo Napoleónico, fundado el 1 de diciembre de 1961, ocupa el edificio que fuera vivienda del acaudalado político italo cubano Orestes Ferrara. Esta mansión, cuyo estilo arquitectónico imita un palacio renacentista florentino del Siglo XVI, fue construida entre 1926 y 1929. Su diseño estuvo a cargo de la firma Govantes y Cabarrocas.
Bautizada por su dueño como la Dolce Dimora, constituye un ejemplo singular de la vivienda ecléctica habanera, donde se conjuga la sobriedad de lo clásico del Renacimiento con una cierta imagen de fortaleza.
Cada piso y cada local tienen su propia identidad, como un modo de diferenciar sus funciones. La variedad de los pavimentos, de los tratamientos y decoraciones de las superficies y en particular la diversidad de la forma y materiales usados en los techos, evidencian la potestad del eclecticismo de escoger el o los estilos más adecuados, según el gusto de propietarios y arquitectos. Los interiores de la casa Ferrara son un ejemplo de la combinación de diversas influencias. Sin embargo, desde el punto de vista de su imagen exterior, el edificio adquiere coherencia por las texturas rústicas, las reiteradas persianas francesas, el uso de arcos de medio punto, los techos inclinados con cubiertas de tejas criollas y las uniformes proporciones de los vanos.
Las galerías del Museo Napoleónico ocupan las cuatro plantas del edificio. Sus fondos provienen fundamentalmente de la colección del hacendado cubano Julio Lobo Olavarría, a la que se añaden obras donadas, compradas por la institución y recuperadas por el Estado. (Con información de Ecured)










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