sábado, 5 de mayo de 2018

El Callejón del Chorro en La Habana Vieja, su historia



Su nombre viene de su antiguo uso. El “chorro” era un canal hidráulico de más 11 km de largo que desde 1592 partía del río Almendares (llamado entonces de la Chorrera), trayendo agua a La Habana. También se nombró antiguamente del Jagüey y estaba abierta en toda la extensión hasta Monserrate. El nombre de Jagüey debió dársele a causa del tanque o cisterna, construido en 1587.
Está ubicado en la manzana delimitada por las calles San Ignacio, que da frente a la Plaza de la Catedral, O´Reilly al sur, Cuba al fondo y Empedrado por el norte.
En su acera sur se encuentra la casona sita en San Ignacio # 68 y en la norte, la Galería Víctor Manuel del Fondo Cubano de Bienes Culturales, cerrado al fondo por el Taller Experimental de la Gráfica, y limitada su extensión a unos treinta metros de calle adoquinada.
La casa que hoy ocupa el Taller de Gráfica y que cierra el Callejón en su extremo oeste, está ubicada en el área de una construcción anterior que fue demolida en 1910 y era entonces la más vieja de las tres viviendas que lo conformaban.
La trascendencia del Callejón del Chorro no solo está dada por la llegada de las aguas de la Zanja Real en 1592, sino por el descubrimiento de manantiales que alimentarían la primera fuente pública ubicada en el interior de la villa de San Cristóbal de La Habana.
Los ramales de la Zanja que allí llegaban y se represaban para facilitar el acceso al agua de sus consumidores, continuaban en su recorrido hacia el mar cruzando la Plaza, dirigidos hacia el Boquete. Este espacio quedaría finalmente signado por la presencia de dos importantes fuentes de abasto de agua: los manantiales represados en la esquina que hoy ocupa la Galería Víctor Manuel y los canales de La Zanja Real que alimentaban cajas de agua en la casa ubicada actualmente en San Ignacio # 68.
Este acueducto dejó de suministrar agua potable a La Habana Intramuros a partir del año 1835, cuando se inaugura el de Fernando VII. Los canales dejaron de funcionar a partir de ese momento, dejando libre todo el espacio que ahora ocupa la citada casa, para darle un uso diferente.
(Con información de Ecured)





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