sábado, 24 de mayo de 2014

Del calor, el dinero y la tristeza... remedio para no pensar



Está terminando el mes de mayo y ya el calor tropical en esta Cuba nuestra se hace sentir, en verdad la mayor parte del año es verano en el país, conocemos muy poco de inviernos y mucho menos de inviernos crudos con nieve, heladas ... Menos mal!!! no creo que los cubanos podamos soportar tales fríos. No estamos preparados para eso, ni sicológicamente ni físicamente.
Por qué hablo del verano y del frío?? Pues ni yo misma sé la respuesta, tal vez es una manera de divagar o descargar las tensiones que genera el reajuste del modelo económico, los lineamientos, etc. Quizás quiero engañar a mi cerebro con cosas triviales, pero no lo logro aunque lo escriba aquí, en este público confesionario de ideas.
A mi mente sin quererlo vienen los salarios tan pobres, la desaparición en los mercados de productos de primera necesidad como los huevos (a pesar de que aseguraron que no faltarían al estar por la libre, pues se han convertido en un artículo para buen cazador), por dónde andan? Al igual, el jabón de baño, el de lavar, las frazadas de piso o los bombillos; todos, por turno, desaparecen y reaparecen por arte de magia. Por último se sumó a la lista el salfumán... y, por mucho que lo pienso y trato de darle alguna explicación lógica, no lo consigo.
Será que falla el transporte, la materia prima, las gallinas no ponen huevos, no hay dinero para comprar estos productos o será también el bendito bloqueo??
Tan solo el pensar en la tristeza de nuestros salarios que nos dejan con más ganas que consuelo ya es bastante como para desear perder la memoria y el rumbo... por eso prefiero hablar del clima, el calor o la helada, o cualquier otra cosa simplemente absurda  y tonta.
Ojalá que antes del próximo invierno esta querida Patria que jamás abandonaré haya logrado equilibrar su economía, eliminar su corrupción y mantener plenas mediante el honesto trabajo las necesidades de sus hijos.
Mientras, lleve su pomito de agua cuando camine bajo este sol.

  


viernes, 23 de mayo de 2014

Clínica Carlos III: Quejas, animales y obras por comenzar (+ Fotos)

Por: L. Eduardo Domínguez, Ladyrene Pérez, Oscar Figueredo Reinaldo
(Cubadebate)

El sanatorio de animales afectivos José Luis Callejas, más conocido como la Clínica veterinaria de Carlos III, en Plaza de la Revolución, durante los últimos dos años ha sido víctima de múltiples críticas debido a las malas condiciones con que trabajan los galenos de esa institución, la falta de medicamentos y el deterioro de las instalaciones del lugar.
Pío Álvarez Fonseca, médico veterinario de la Clínica de Carlos III y trabajador del cuerpo de guardia, recuerda que se han publicado más de 5 artículos en el último año, donde se aborda el problema, además de ser centro de debate en las reuniones de la institución y del Partido. Sin embargo, “la voz de nosotros no se oye”.
Pío Álvarez Fonseca, veterin ario de ese centro.
“En Granma, en la sección de Cartas a la Dirección, ya han salido dos escritos de personas quejándose por las carencias que tenemos. En Bohemia también, no hace ni dos meses Lázaro Barredo, como cliente nuestro que es, hizo un reportaje sobre lo que sucede aquí. Y en Juventud Rebelde han publicado incluso artículos a dos páginas”, comentó Pío.
En la mayoría de estos trabajos se ha hablado de todas las dificultades que presenta la Clínica de Carlos III, y no aparecen las soluciones, al menos, no en los que no se haga notar un cambio, por mínimo que sea.
En noviembre del año pasado, se dio a conocer en diversos medios de prensa un proyecto que incluía la reparación de clínicas veterinarias y más de 260 consultorios en todo el país. Incluso, el Director del Instituto Provincial de Medicina Veterinaria, Emerio Santos, habló de un estudio para evaluar todos los problemas que presenta, en específico, la clínica Juan Carlos Flores Monjes, “para que dentro del presupuesto de 2014 se contemple los arreglos que ese centro necesita”.
Sin embargo para Hander Silva Socarrás, almacenero del establecimiento, la realidad contrasta notablemente con lo planificado.
“Actualmente el local que servía para salón de intervenciones quirúrgicas está cerrado por tupición. El baño, el único disponible para los trabajadores, se encuentra clausurado. Muchos de estos locales llevan más de dos meses inhabilitados por el problema de las tuberías y por esta causa hemos dejado de atender algunos casos que han llegado a la consulta”.
Otro local que hoy tampoco se emplea es la llamada “Frontera”, sitio donde se tramita la salida de los animales al exterior.

Según el director de la clínica David Leal todos los proyectos de reparación estaban aprobados desde octubre de 2013. No obstante, reconoció no tener conocimiento de por qué antes no se había puesto en marcha este plan ya que solo llevaba poco más de un mes a cargo del sanatorio.
“La construcción como ustedes pueden ver ya tiene 107 años y aunque se le han hecho reparaciones, digamos, paliativas, en diferentes momentos no ha sido suficiente. Esperamos que con el apoyo pactado hace unos días con el Ministerio de la Agricultura se pueda revertir esta situación”, añadió.
Director de la Clínica.
La entidad encargada de hacer los trabajos de mantenimiento será la Empresa Pecuaria Bacuranao, única organización con ese objeto social en la capital. Se prevé además, que para la fecha de salida de este reportaje ya hayan comenzado los trabajos en las consultas. Entre tanto, la parte del médico de guardia y el salón, que necesitan reparación general, se ejecutarán más adelante.
“En cuanto a los problemas de construcción el Ministerio dividió esta reconstrucción en tres etapas, ya que la red eléctrica, hidráulica y la cubierta están en muy mal estado, a partir de un estudio de factibilidad que ya se hizo. El presupuesto está aprobado”, sentenció Leal.
Otro tema que preocupa a los trabajadores de la clínica capitalina es la poca higiene con la que se labora cada día, exponiéndolos a elementos patógenos perjudiciales para ellos y su familia.

La carencia de guantes, gasas, algodón, esparadrapo entre muchos otros implementos, son un factor de riesgo para la transmisión de enfermedades.
“Tengo una compañera que contrajo parásitos que están presentes en los perros, pero yo realmente no te puedo decir si los cogió aquí o no. Otra compañera que trabaja conmigo hace años tuvo lectospira, ¿es de aquí o no? tampoco te puedo decir, pero lo más probable es que sea de aquí”. Expuso Álvarez Fonseca, trabajador del lugar.
“Tales condiciones exigen un debido plan de vacunación, el cual se cumplió el año pasado con la inmunización contra la lectospira y la rabia. Mas, enfermedades como esas llevan un ciclo de vacunación cada cinco años y aquí no lo habían aplicado hace bastante tiempo”, reconoce el personal de Carlos III.

Recetas multipropósitos

No tenemos ni esto, ni aquello ni lo otro... pobres mñedicos, pero pero!! pobres mascotas.
Si bien la capital cuenta con varios centros asistenciales distribuidos en todos los municipios en los cuales se presta atención primaria a los animales, no existe todavía un establecimiento o farmacia especializada que distribuya los medicamentos necesarios para la cura. Este escenario obliga a atender a las mascotas en dichas clínicas, muchas de las cuales carecen de los suficientes medios y medicamentos necesarios para esa labor.
En la foto se ve bastante bien,  la realidad es mucho peor, es la que nose ve.
“Las recetas de nosotros no sirven en ningún lugar, porque en las farmacias para los humanos no las aceptan. En el único lugar donde tú puedes comprar algo, y no son todos los medicamentos, son algunas tiendas en divisa que venden enseres para animales, pero son medicamentos muy específicos” acotó Pio.
Sobre este mismo tópico comentó el director de la clínica de Carlos III, quien reconoce que aunque los laboratorios de LABIOFAM garantizan antibióticos, algunos tipos de antiparasitarios, antihistamínicos, y otros fármacos, esta empresa no los hace todos y el resto deben de ser importados.
El déficit de medicamentos fuerza a que muchas personas tengan que adquirirlos en las tiendas de divisas a precios poco asequibles a la población y en el peor de los casos a sumergirse en un mercado subterráneo donde el menos favorecido es el cliente.
“Estamos hablando de medicamentos que pueden costar fácilmente 20 cuc en las tiendas. Entonces yo no le puedo decir a la viejita que me trae su perro enfermo que coja su retiro para compararle medicinas y la opción es que lo traten con medicamentos humanos.”

Entre tanto Martha, quien sostenía entre sus brazos a su perro sato admite que tuvo que llevar a la mascota a un particular, pues la clínica carecía hace más de una semana de anestesia.
A la espera de lo que pueda hacer por él el buen doctor... que es únicamente mucha dedicación sin recursos.
A pesar de todas las dificultades señaladas en esta investigación, no es menos cierto el reconocimiento de la población por el trabajo que allí se realiza, prestigio que permite que el centro sea de referencia obligada para todo capitalino.
Mucho amor pero pocos recursos.
“Soy clienta habitual de esta clínica. Al año vengo cinco o seis veces porque tengo dos perritos que atender. Los médicos de la sección de la tarde, al menos, son bastantes atentos, y aunque nunca he solicitado una revisión especializada las consultas en medicina y enfermería son bastante buenas”, dijo Laura González, joven universitaria.
Para el director del centro, el prestigio que tiene esta clínica se debe grandemente al factor humano y al tiempo que llevan la mayoría de los doctores acá. También al nivel de conocimiento y la destreza.
“Puedes no tener a veces las herramientas con qué trabajar, pero si posees los conocimientos puedes sacar las cosas adelante”.
Sin  palabras, la imagen lo dice todo.
Los hechos acaecidos en este lugar demuestran que no bastan solo la voluntad y el compromiso para lograr los objetivos; las palabras deberán revertirse en acciones concretas si se quiere que el amor por los animales dé el fruto preciado de la buena salud.








Este bello perrito seguro se pregunta  hasta cuándo seguirán olvidados así los más fieles??