domingo, 24 de enero de 2016

Un comienzo de año en tormenta total





Parecería que solo hablamos de calamidades, pero lo cierto es que empezamos el año con agromercados vacíos, los pocos productos en un estado para nada apetitoso, los precios, no obstante la mala calidad, en las nubes, para nada accesibles a los bolsillos del cubano medio. En el instante en que abastecen, las colas son interminables... y nos desgastamos dando explicaciones, donde la culpa la tienen los intermediarios, los campesinos, los carretilleros... o al final no la tiene nadie.
Para colmo, el Niño, ese fenómeno meteorológico se ha ensañado y La Habana padece inundaciones que recorren calles del Vedado, mojándolo todo a su paso implacable, ese mar inclemente nos desborda el vaso de la esperanza frustrada.

Pero, cual si no bastara,  viene Cubacel con su oferta maravillosa para los celulares, si te ponen 20 CUC, te dan un bono de 30, mas este se vence el 29 de febrero. Inaudito, jamás pierden, solo ganan, o sea, a mirar las estrellas, comer sin viandas ni ensaladas, a capella, el huevo frito con arroz o el picadillo de soya con frijoles negros, y  a esperar que se aplaque la furia del mar para empezar a ver qué se perdió y qué se puede reparar. Y del celular? pues quienes tengan,  ni se les ocurra tomar la estafa de Etecsa. Miren a la Luna y no se comuniquen.