lunes, 15 de julio de 2013

El periodismo que necesita Cuba



Por: Rafael Arzuaga

El IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba vivió este sábado una jornada de debate franco, cuestionador, autocrítico sobre las exigencias y urgencias del periodismo que requiere el socialismo cubano en el escenario mediático actual.
Luego de la presentación del Informe Central por el nuevo Presidente de la UPEC, Antonio Moltó; sendas ponencias de Rosa Miriam Elizalde, subdirectora de Cubadebate, y Raúl Garcés, Profesor de la Facultad de Comunicación, ambos miembros de la nueva Presidencia de la UPEC, sentaron los caminos por donde discurrieron los debates.
Rosa Miriam.
Ambos, desde perspectivas dispares, subrayaron las carencias y dificultades que lastran las rutinas periodísticas de los profesionales de los medios de comunicación y mostraron cómo gravitan en su capacidad para actuar en el proceso de cambio y transformaciones que vive Cuba.
Del mismo modo, alertaron acerca de la necesidad de corregir y eliminar vicios, miedos y tendencias de las fuentes, en todos los niveles de la estructura económica y social del país, que incapacitan la labor de información y el tratamiento de muchos de los temas que más interesan a la población.
También conminaron a una mirada hacia dentro del periodismo cubano, que contemplara desde la gestión, talento, profesionalidad y ética del periodista, hasta la calidad y aptitud de los dirigentes, con mirada detenida en la forma y contenido de los mensajes que se emiten por medios impresos, televisivos, radiales y digitales.
Garcés, específicamente, enfatizó que es hora de encontrar respuestas a los muchos problemas que el tiempo, ni la acción humana han logrado resolver, entre otras razones porque no se ha comprendido el matiz de su importancia o debido a que se ha concentrado mucho verbo en eufemismos y superficialidades.
Y, encima, señaló como una necesidad la eliminación de fórceps y trabas de instituciones y organismos, más una mirada perspicaz, científica, cuestionadora del periodista, para poder dialogar con un público culto, instruido y ganar credibilidad, lo cual, a su parecer, consolida a su vez la credibilidad de la Revolución.

Abel Falcón, periodista de la radio en Villa Clara, intervino en el debate para expresar que los profesionales de la prensa deben estar armados ética y profesionalmente para ayudar a sortear obstáculos de todo tipo, como resulta, ejemplificó, las posiciones de algunos decisores, que, a contrapelo de lo acordado en el Congreso del Partido y la Conferencia Nacional del Partido, persisten en reservarse informaciones —el llamado secretismo— que bien pueden ponerse a disposición de la opinión pública.
Yoel García, periodista de Trabajadores y Presidente Ramal de la UPEC para la Prensa Escrita, graficó con una crónica beisbolera los avatares y desafíos del juego definitorio en que está inmersa nuestra prensa y nuestra sociedad.
Enrique Ojito, del periódico Escambray, reclamó al gremio desprenderse definitivamente de la condición de divulgadores, de repetidores de los intereses comunicativos de instituciones y organismos, y situar los intereses informativos que precisa el pueblo como la brújula fundamental que guíe su trabajo.
La utilización de las nuevas tecnologías fue otro tema tratado en muchas intervenciones, toda vez que, junto a la carencia de computadoras y escasa conectividad, persisten insuficiencias y resistencias de muchos profesionales para emplear las herramientas en un espacio de posibilidades y alcance aún insospechados.
Se criticó, además, por varios colegas la falta de dinámicas de crítica, cuestionamiento y creación en los propios medios de difusión; las inercias productivas y la pasividad en espera de orientaciones, cuando “los problemas nos sacuden todos los días”.
En resumen, fue un consenso de la decena de intervenciones la necesidad de transformar la estructura, forma y contenido del periodismo cubano, dotarlo de mayor transparencia e inmediatez, porque así, también, se refuerza el poder y limpidez del Estado.
Ariel Terrero.
Que el proceso suceda al menos al ritmo que cambia la sociedad, para ser leal al ciudadano y participar como actor, no como mero reproductor u observador, en el proceso de reordenamiento e institucionalización que se quiere para el país.
De manera particular, a partir de una presentación del colega Ariel Terrero, se reflexionó sobre el impacto que tiene la deteriorada situación material de los medios y los periodistas en la calidad del ejercicio profesional.

VIBRANDO CON EL SENTIR POPULAR
La jornada fue propicia para presentar experiencias nacidas en territorios de nuestra geografía, medios de comunicación o de la pasión por la verdad de algunos periodistas, que intensifican y dinamizan la interrelación de los emisores con los receptores y, por tanto, ayudan a resolver muchos de los problemas que agobian a los pobladores.
Por ejemplo, en Juventud Rebelde, explicó su subdirector Ricardo Ronquillo, se conforma una agenda de trabajo propia que, sin obviar los intereses de su organización regente, se acerca a los conflictos e intereses de los jóvenes, por medio de equipos creativos.
Especificó que, para esa dinámica, se propusieron que los periodistas no atiendan sectores, solo temas, aunque sí tienen relaciones de trabajo con fuentes de sectores específicos.
Aseguró que Juventud Rebelde tiene espacios importantes de interacción, entre ellos Acuse de Recibo, subscrita por José Alejandro Rodríguez, para quien es un puente entre las instituciones y los ciudadanos, con soporte en el principio de que los lectores vean en la sección una manera directa de clamar por sus derechos y conocer las respuestas de las instituciones.
Otra muestra, fue la de la delegación de Holguín, donde, al igual que en Guantánamo, la radio, la televisión y la prensa escrita son escenarios del combate social contra las indisciplinas e ilegalidades a partir de los programas de comunicación popular que son conducidos por las máximas autoridades del Partido en esos territorios, en los que se analizan los temas de mayor preocupación ciudadana y se buscan colectivamente soluciones a acuciantes problemas.
Así, trascendió, además de resolver decenas de problemas, también se ha ayudado a prevenir situaciones adversas y han bajado los niveles de indisciplina e ilegalidades sociales en las ciudades y comunidades.
Finalmente se presentó la experiencia de Cubadebate en las redes sociales, con más de 700 mil usuarios en sus sitios en Facebook y más de un millón de seguidores en sus cuentas en Twitter, destacando la de “Reflexiones de Fidel” que tiene más de 400 mil seguidores.
También se expuso la riqueza que le aportan a este sitio, camino a su décimo aniversario el próximo 5 de agosto, los comentarios de sus lectores (más de 440 mil desde la nueva versión de Cubadebate estrenada en junio de 2009). El director del portal web, Randy Alonso, valoró de manera especial la contribución al debate con quienes comentan en este sitio de instituciones como LACETEL y ETECSA, algo que en nuestra democracia socialista debería ser práctica de todos los organismos e instituciones del país.

ROMPER MUROS DE SILENCIO POR LOS CINCO

Los delegados al IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) presentaron un llamado a sus colegas y organizaciones similares en el mundo, con énfasis a los periodistas de Estados Unidos, para propagar la lucha por la causa de los Cinco y exigir al presidente norteamericano Barack Obama la libertad de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, luchadores antiterroristas que permanecen prisioneros en cárceles de esa nación.
Juan Marrero, Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida, hizo la lectura del documento en el cual se asegura que los periodistas cubanos “no descansaremos un segundo hasta que se haga justicia”, explica la “falsedad del proceso judicial” en contra de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando, y René —ya reunido en suelo patrio con su familia— y exhorta “a los periodistas honestos de Estados Unidos” a que se dirijan al mandatario y al Congreso para “romper el muro del silencio”, libertar a los héroes cubanos “sin condiciones” y “poner fin a la injusticia”.
El texto asevera que hasta que no sean liberados estos hombres “paradigmas de la dignidad”, los periodistas, como el pueblo cubano todo, junto con los progresistas y amantes de la paz en el planeta, “continuaremos levantando nuestras voces por esta noble causa”.
La primera jornada del Congreso de los periodistas cubanos contó con la presencia de Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Este domingo finaliza el IX Congreso de la UPEC, con el análisis del funcionamiento de la organización gremial y las transformaciones que necesita para responder a los retos de los tiempos actuales.

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