viernes, 25 de mayo de 2018

Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje. Su historia y actualidad


Iglesia ubicada en Villegas entre Lamparilla y Teniente Rey, La Habana Vieja y trazada en el año 1640 por la orden franciscana. Su posición estratégica permitía la culminación de la ceremonia Via Crucis que partía desde la iglesia y Plaza de San Francisco y atravesaba de este a oeste la ciudad por la calle de las Cruces o de la Amargura. Adquirió gran popularidad entre los marinos de las flotas y armadas que hacían sus viajes desde España y las Indias.
En 1640 cuando se hizo la Plaza hoy llamada del Cristo se construyó en este sitio, ocupado durante algún tiempo por los negros horros, una ermita dedicada a Nuestra Señora del Buen Viaje, que sustituyó la hecha en el siglo anterior en el barrio de Campeche.
La primitiva edificación, conocida como ermita del Humilladero por ser la meta del Vía Crucis franciscano, tenía una sola nave rectangular con techo de alfarjes y su fachada principal orientada hacia el este.
En 1693 fue reconstruida y convertida en auxiliar de la parroquial mayor, por el obispo Diego Evelino de Compostela, quien la elevó a parroquia en 1703.
Fue objeto después de nuevas reparaciones. El obispo Lazo de la Vega (1732-1752) le construyó una capilla mayor y las colaterales, lo que continuó su sucesor Morell de Santa Cruz que terminó las tres capillas.
En 1755 se reconstruyó con la importante fachada actual, las dos torres extremas -caracterizadas por su sencillez y cuyas caras están trazadas con recuadros simples-, la puerta abocinada y el óculo ciego de la parte superior.
En 1899 fue entregada a los padres Agustinos norteamericanos, quienes además de ejecutar en el templo una amplia restauración, edificaron al fondo y al costado un amplio edificio que abarcaba conventos, residencia de los frailes, una escuela parroquial gratuita y el colegio privado de San Agustín, ya nacionalizado en 1961. En 1932 los padres Agustinos la mandaron a ampliar a los arquitectos Morales y Compañía, que le agregaron una nave a cada lado de la existente, aproximada que ha mantenido hasta hoy.
El nombre o la advocación de la iglesia venían por la popularidad que adquirió durante la época colonial entre los viajeros y navegantes por “los especiales socorros con que se experimentan los favores en los riesgos del mar…”. La iglesia mantuvo y aún acrecentó su predicamento durante la época republicana al sumarse la devoción a Santa Rita.
La plaza, además de su función religiosa, concretada en la escenificación del Vía Crucis, a fines del siglo XVIII empezó a tener funciones comerciales. Esta característica la acompañó hasta mediados del siglo XIX, cuando se transformó en un espacio público para el esparcimiento de los habaneros.
En el transcurso del tiempo varias modificaciones y ampliaciones hasta quedar en la actualidad como un hermoso y sencillo templo con tres capillas.










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son con democracia, cualquiera que visite el blog puede comentar, serán respetados los criterios y no se borrarán, solo no se admitirán palabras groseras y ofensivas.