03/15/11 - Tribuna de la Habana - Acerca de Mentiras bien pagadas, el pueblo opina

Clara Luz Domínguez Amorín

Con el testimonio de Frank Carlos Vázquez,  agente Robin para la Seguridad
del Estado cubano, comenzó el capítulo de ayer Mentiras bien pagadas de la
serie Las razones de Cuba, que exhibe la televisión del país.

La idea de crear un proyecto cultural que promocionara el trabajo de
jóvenes artistas plásticos fue el punto de partida  para la visita de
“oficiales diplomáticos de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La
Habana”; como parte de un proyecto independiente, alternativo, exento de
la dirección de instituciones culturales. Desde ese momento los encuentros
y contactos, con Robin, se sucedieron con rapidez y sistematicidad, hasta
ser reclutado por los servicios de inteligencia de la CIA.

El objetivo: “ aglutinar alrededor del Centro Cultural Independiente a un
grupo de jóvenes artistas cubanos que tenían la necesidad de ser
promovidos y al mismo tiempo poder influenciar sobre su obra y su
pensamiento, de ahí que el centro se convirtió bajo la idea de Larry
Colwin en un centro de referencia bibliográfico; recuerdo que decenas de
cajas de libros, revistas y publicaciones norteamericanas fueron donados
por la SINA a nuestro centro para que los artistas tuvieran acceso a la
información valiosa que era publicada en esos momentos por la sociedad y
por el arte contemporáneo norteamericano; al mismo tiempo también surgió
una idea muy importante del señor Douglas Barnes que era convertir el
centro en un centro de acceso a Internet”, afirma el agente Robin.

Estados Unidos no cesa en su empeño de destruir a la Revolución cubana, y
en  su desesperación choca continuamente con los escollos de los ideales
reales de jóvenes que no dudan en arriesgar sus vidas e infiltrarse para
defender los derechos de independencia y soberanía de la patria.

En la mañana de hoy sentimientos encontrados tomaban las riendas entre los
cubanos, debatidos entre la satisfacción de contar con jóvenes como el
agente Robin y el desagrado de saber, una vez más, la agresión permanente
sufrida por nuestro país de parte de ese gran imperio, que n o escatima
dinero de sus contribuyentes para derrocar los ideales de Cuba