martes, 8 de mayo de 2018

La Quinta de los Molinos y su historia



Monumento Nacional situado en La Habana. Durante el período colonial fue la residencia de los Capitanes Generales y del Generalísimo Máximo Gómez. En ella se haya ubicado el Jardín Botánico de La Habana y el Museo Máximo Gómez.
La locación adquiere el nombre Quinta de los Molinos, debido a la antigua existencia de dos molinos utilizados para moler tabaco y obtener rapé. El tabaco era de mucha demanda a finales del siglo XVIII, en toda Europa, y en particular en España. Los molinos eran propiedad de Martín de Aróstegui, presidente de la Real Factoría de Tabaco perteneciente al rey español, de ahí su nombre. Este nombre apareció en el Archivo Nacional de Cuba en 1850, y se ha mantenido hasta la actualidad. Antes de 1850 fue conocido como Jardín de Tacón, según aparece en un plano de 1843 y en una placa de mármol, incrustada en la pared de un viejo edificio del lugar.
A partir de 1820 se realizaron algunas investigaciones y estudios sobre plantas y animales de la zona, por Felipe Poey Aloy. Al desaparecer los molinos del rey, se fundó en este lugar el Jardín Botánico de La Habana, a la par de la construcción de la casa de descanso de los Capitanes Generales. El Jardín Botánico fue trasladado hacia ese lugar, desde el área que actualmente comprende el Parque de la Fraternidad Americana y el sur del Capitolio Nacional, donde se había fundado en 1817 el primer Jardín Botánico.
El herbario del antiguo Jardín Botánico de la Habana, fue el núcleo del cual se partió, para buscar el desarrollo acelerado de la colecta botánica en el país. Álvaro Reinoso realizó muchos de sus experimentos, por tener muchas parcelas dedicadas al cultivo de caña de azúcar. La Universidad de la Habana se hizo cargo de ese lugar entre 1850 y 1871, momento en que pasó a manos del gobierno español por 8 años.
Pasado este período, el gobierno español devolvió a la Universidad este terreno, estableciéndose en este lugar la Escuela de Botánica, la cual compartía su terreno de estudio con la Escuela de la Segunda Enseñanza.
En 1906 ese jardín fue inscrito como sitio de referencia importante en el Sistema Mundial de Jardines Botánicos. En ese lugar fue declarada en el año 1936, la mariposa, como flor nacional de Cuba.
El 24 de febrero de 1899 hizo su entrada en La Habana el Generalísimo Máximo Gómez, proveniente de la región central del país. El alcalde de la ciudad, Perfecto Lacoste, dispuso entonces que el cuartel general del Ejército Libertador y de su Generalísimo, se establecieran en la Quinta de los Molinos, debido a la gran extensión del terreno. Allí Máximo Gómez fue recibido por una población con desmedido entusiasmo, y que lo vitoreó y lo aclamó a su paso.
Las discrepancias entre Gómez y el Consejo de Gobierno venían desde antes de la Asamblea de La Yaya, efectuada en Camagüey, en 1897. En dicho encuentro se redactó una constitución, en la cual se suprimió el cargo de general en jefe. Esto fue fruto de las primeras contradicciones, pues Gómez ocupaba ese cargo anteriormente.
En junio de 1989 se estableció allí la Oficina de Licenciamiento del Ejército Libertador, al mando de la cual estaba entonces el polaco Carlos Roloff. Algunas fuentes citan a la Quinta de los Molinos como la última residencia de Gómez, antes de morir el 17 de junio de 1905. (Con información de Ecured)












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